En el ajedrez existen muchas de las llamadas jugadas “maestras”, y se llaman así porque surgen en el momento menos esperado e irremediablemente conducen a la muerte del rey contrario.
El ajedrez es un juego de alta estrategia, donde los mejores jugadores son capaces de “ver” hacia donde va el contrario y en función de ello planifican su juego, muchas veces “adivinando” las jugadas del oponente.
En la política, también encontramos las llamadas jugadas “maestras” . En este caso, no muere ningún contrario. Aunque no dejan de ser maestras.
La ultima de estas jugadas, se conoció el pasado viernes, cuando José Antonio Alonso, portavoz del grupo socialista en el Congreso, dio una rueda de prensa a las 16:00 oficializando el pacto alcanzado con el PNV.
Un pacto que, a estas alturas, todos conocemos. A cambio de apoyar los PGE, Euskadi y el Estatuto de Gernika reciben un impulso importantísimo. El PNV fuerza a Rodríguez Zapatero a transferir una cantidad de competencias y compromisos para Euskadi que jamás se imaginó. Mientras ZP ha estado cómodo… ha sido imposible rascar. (Ya lo dijo Peio Urizar, esto de la política es pura mercadería… ¡Bendita mercadería!)
Pero es en los momentos débiles del gobierno español de turno, cuando el PNV juega, magistralmente además. Es cuando el PNV demuestra su saber, demuestra su poder. Pasó con la, ya nuestra, competencia de políticas activas de empleo. El PNV rechazó una transferencia a la baja hace un año. Se podía y debía conseguir de acuerdo al Estatuto de Gernika, aprobado hace 31 años. El PNV esperó. Sabía hacia donde iba el contrario. Simplemente había que esperar para ganar esa partida. El PNV esperó y Euskadi ganó.
El desenlace del pasado viernes, se intuía. (Conocido el desenlace… se intuía de lejos. Al menos yo, ni en mis mejores sueños podía imaginar semejante resultado). ZP estaba solo y tenia que sacar adelante las cuentas del Estado para esquivar un adelanto de elecciones y su derrota.
Al otro lado del tablero estaba el PNV, viendo al contrario. Un contrario debil. El PNV aprovechó esa debilidad. El PNV planificó su juego. Movió ficha. Esperó. Esperó hasta la hora limite permitida para presentar enmiendas a la totalidad de los PGE. Esperó hasta el final. Esperó hasta el momento clave para atacar y nos demostró, una vez mas, su saber, nos demostró una vez mas su poder.
El PNV, da igual quien sea su contrincante, mantiene siempre su estrategia. Observa al adversario y a continuación la desarrolla hasta llegar al momento crucial. El contrincante puede ser Felipe Gonzalez, Jose Maria Aznar, Rodríguez Zapatero. La estrategia del PNV nunca cambia para bien de todos los vascos, estrategia y jugada que dan buenos resultados para todos, sean o no nacionalistas vascos. Una estrategia y jugada “maestra” con las que el PNV hace que Euskadi siempre gane.
Estrategia y jugadas “maestras”, que le pese a quien le pese (se me ocurren varios nombres) la desarrolla el PNV Team, con Josu Erkoreka e Iñigo Urkullu a la cabeza. Eskerrik Asko Talde. Zorionak Euskadi.
